El Villarreal de perfil bajo se acabó

El debate apareció entre los fieles al Villarreal tras emparejarse con el United en la Champions. Y volvió a repetirse antes de este duelo del Wanda. ¿Está el equipo para estos trotes? Pues debe, no sólo puede. Aunque dé cosa decirlo. Quien crea que este nuevo proyecto se ha levantado para ir de excursión por Europa, como un modesto más, y para dar algo de guerra en LaLiga se equivoca. No cuela. O no conoce a Emery y a Roig. Ni a su afición: que la grada de La Cerámica destaque por su ambiente familiar no va reñido con su hambre y exigencia. Valorar únicamente al Submarino como un proyecto ejemplar o por ser revelación ya está muy explotado. Puede más. Gdansk o Belfast marcan el camino. Caer en la próxima fase de grupos, digan lo que digan, sería una decepción. Como lo era arrancar esta Liga más pálido que amarillo.

Retener a Pau, Parejo y a Foyth, renovar a Gerard y fichar a Dia, Danjuma y lo que venga (ojito al mercado) no se hace por hacer. La salud económica es para estudiar en la universidad, pero la inversión es para plantearse objetivos sin temblar. Y en ello está el equipo en un mes de agosto en el que ha faltado fútbol y en el que han sobrado despistes como ese saque de banda y autogol... Habrá que esperar a que la vuelta de Pau, Iborra, Parejo y Chukwueze den continuidad al descaro de Madrid. Con ellos y con un mediapunta tipo Sarabia se puede disfrutar. A lo grande.