Dos gallos frente a frente
Un partido estupendo, lleno de las ganas históricas que ambos equipos tienen de ser mejores cada vez que se enfrentan. Dos gallos frente a frente, demostrando habilidad, fuerza, ganas, sintiendo que ganar era una circunstancia pero no la única razón de la lucha. Mejorando su historia, mirando al futuro, demostrando que el fútbol se juega respetando el pasado pero exigiéndole al porvenir. Veteranos y jóvenes mezclando entusiasmo.
Un fútbol vibrante, jugado casi a la vez en los dos campos, una velocidad que nace del respeto mutuo, nombres propios tan sobresalientes como los propios nombres de los equipos, cuya memoria es la de lo más notable del fútbol español. El Barça desnudo que se va arropando gracias a incorporaciones fulgurantes, el Athletic demostrando un vigor que no es nuevo pero que ayer fue señal de su ansiedad por ser, esta vez, un factor que dispute con ganas la parte de arriba de la tabla.
Mereció ganar el Athletic, pero el Barça no se rindió a la evidencia de sus fallas (ay, Neto), así que tuvo que encomendarse a las señales que emite Memphis, que es como un nuevo rockero en esta plaza.
Sufrí, como aficionado, porque mi equipo no pudo llevarse la victoria, pero creo que el fútbol, al que contribuyó con su inteligencia Pedri, ahora ya al fin descansando un rato, fue mucho más que el resultado, así que los viejos espectadores debemos estar felices: sigue el fútbol, viva el fútbol.