Hazard: tobillo fuerte y mente limpia

Tras su buena puesta en escena en el debut liguero, apareció el belga ante los medios con la cara iluminada para reconocer que, por fin, la lesión de tobillo ha dejado de comerle el coco. El domingo será una buena oportunidad para demostrarlo en un estadio que no le traerá buenos recuerdos por motivos obvios. Sesenta buenos minutos ante el Alavés han bastado para que la afición madridista, huérfana de rostros ilusionantes desde hace demasiado tiempo, esté expectante ante la posibilidad de que, en su tercera temporada en el Madrid, Hazard la rompa en el nuevo Bernabéu. Por eso es tan importante que ante un conjunto siempre bien trabajado como el Levante, Eden ratifique su notable primer encuentro.

Una vez que parece evidente que Pintus ha hecho su trabajo y le ha puesto físicamente como un pincel, se trata de demostrar con hechos y no con palabras que su lesión de tobillo ha quedado en el olvido. A un futbolista que sobresale por su regate y su velocidad con la pelota pegada al pie se le nota enseguida cuando no tiene confianza o evita el choque por temor a otro doloroso golpe en la zona que le ha frenando las dos últimas temporadas. Hazard está en el momento de dejar de jugar cómodo y arriesgar buscando acciones desequilibrantes solo a la altura de los cracks. Y para eso su tobillo tiene que estar fuerte, su mente limpia y su ambición al máximo nivel...