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El inexplicable mercado NBA

La NBA deparó este martes dos noticias para los intereses españoles. La primera fue la firma del contrato que une a Usman Garuba con los Houston Rockets. La segunda, el trasvase de Juancho Hernangómez de Minnesota a Memphis, una franquicia de tradición española donde ya jugaron los Gasol, Pau y Marc, y Juan Carlos Navarro, y donde este año debutará también Santi Aldama. Con la incorporación de Garuba y Aldama ya son 18 jugadores españoles, siete en el próximo curso, en la liga americana, que han abarcado desde la presencia pionera y simbólica de Fernando Martín en Portland en 1986, hasta la coronación de Pau y Marc con la conquista del anillo y con su selección para el All Star, elevada a la excelencia con aquel salto inicial en el Madison Square Garden en 2015.

Aunque ya existe un cierto hábito de jugadores españoles en el torneo estadounidense, y el seguimiento desde el país es amplio y especializado, todavía existen cosas que al público más generalista les chirrían un poco, o bastante, no se terminan de entender, al menos desde la perspectiva europea. El mejor ejemplo son los movimientos de mercado. Hace apenas un mes, los servicios médicos de los Wolves reculaban para impedir la participación de Juancho en los Juegos Olímpicos para proteger su futuro por una lesión en un hombro, mientras que ahora le han introducido en una operación de intercambio, tan habituales por aquellos pagos. Más contradictoria aún resulta la situación de Ricky Rubio, que en sólo un año ha encadenado cuatro equipos: Phoenix, Oklahoma, donde no llegó a jugar, Minnesota y Cleveland. De nada le he servido su condición de MVP del último Mundial ni su inclusión en el quinteto ideal de Tokio 2020 para evitar estos vaivenes. El mercado de la NBA es así, y así hay que aceptarlo. Igual que te perjudica, te puede beneficiar, como le ocurrió a Pau Gasol con los Lakers.