Mendizorroza volvió a su esencia
Al margen del partido, la gran noticia del sábado por la noche fue la vuelta del público a Mendizorroza. Casi 4.000 personas pudieron acceder a las gradas tras un sorteo realizado ante notario. Volvieron a sentir el gusanillo de acercarse al estadio, disfrutaron y sufrieron con su equipo además de animar sin parar a los albiazules. Pero todavía queda mucho para que el campo babazorro vuelva a ser una caldera. Habían transcurrido ya 522 días desde aquel Alavés-Valencia de marzo de 2020, disputado antes de la pandemia.
El Decreto 35/2021 firmado por el lehendakari del Gobierno Vasco, Iñigo Urkullu, establece que sólo podrá haber un aforo máximo del 20 por ciento en los estadios de fútbol o en los recintos deportivos en los quepan mas de 5.000 aficionados. Es decir, al partido del sábado contra los blancos en Mendizorroza sólo podían ir 3.968 personas. Al margen de ellos, empleados del club, operarios de diversa índole o medios de comunicación. Las peñas, al no poder meter parafernalia habitual, prefieren esperar a que retorne la normalidad de verdad.
Siete mil abonados se apuntaron a la lista de la que salieron los socios agraciados. Todos ellos tuvieron que llevar la entrada, el DNI, el pasaporte COVID o, en su defecto, una declaración responsable de estar libre de coronavirus. El 86 % de las localidades eran para socios locales y el 14 por ciento restante para compromisos y para el Real Madrid. El proceso también se ha activado ya para el choque contra el Mallorca de la semana que viene. Los de Calleja encadenan dos partidos consecutivos como locales en este inicio de competición antes de visitar al Valencia en Mestalla. Será una temporada dura y competida que, además de cerrar el año del Centenario, intentará salvarse con más celeridad de la que ha habido en las últimas campañas.