El 'efecto Calleja' triunfa en Vitoria
El técnico madrileño dio forma a un milagro la campaña pasada tras el descalabro con Abelardo. Firmó por dos años, algo impropio en una entidad muy exigente con los entrenadores.
Resulta muy complicado que un entrenador del Alavés firme para dos temporadas con el club babazorro. Lo habitual es que los compromisos vayan de año en año y que luego, en verano, se revisen las condiciones dependiendo de las sensaciones de las dos partes implicadas. Así funciona el propietario de club, Josean Querejeta, tanto con los albiazules en fútbol como con el Baskonia en baloncesto. Desde siempre. Pero Javi Calleja ha renovado para dos campañas porque salvó al equipo el año pasado, en plena celebración del Centenario de la entidad.
Los números del madrileño al frente del Alavés no engañan. Consiguió 15 de los 27 puntos en juego. Ganó al Huesca, Villarreal, Elche y Granada; empató con el Athletic, Valencia y Levante y tan solo perdió con el Eibar en Ipurua y con el Sevilla en el Sánchez Pizjuán. Este último partido en la jornada final cuando el equipo no se jugaba nada y ya había conseguido la permanencia de manera matemática. A los pocos días de echar la persiana a la campaña, se anunció su renovación y se marchó de vacaciones al Mediterráneo pero supervisando todos los movimientos desde la distancia. Calleja fue el tercer entrenador del año tras Machín y Abelardo y cogió una patata caliente, que consiguió enfriar y cocinar a la perfección.
El Alavés de Pablo Machín había sumado 18 puntos en otros tantos partidos, por lo que estaba en guarismos similares a los definitivos para haber conseguido la permanencia ya que el equipo terminó con 38 puntos. Sin embargo, las sensaciones no eran buenas en absoluto y se decidió cesarlo para colocar a Abelardo al frente de la nave. Pero la segunda etapa del Pitu como entrenador en Vitoria fue muy floja, con 5 puntos de los 33 en juego. Lo más importante de su etapa fue ganar al Valladolid para asegurarse el average particular. Luego, empató con el Getafe y el Cádiz pero el resto fueron derrotas. Su primer partido fue en Copa del Rey y el Alavés quedó eliminado (5-0) con el Almería de Segunda División. Sintomático del desastre que aún estaba por llegar.
Calleja salvó a los babazorros y ahora ha podido comenzar su plan desde el principio. Se ha configurado un grupo de trabajo a su medida y se seguirá apostando por un fútbol alegre y vertical. Serios en defensa pero sin complejos a la hora de tener el balón. El madrileño piensa que sus jugadores han asimilado bien la filosofía y que se conseguirá la permanencia con menos sufrimiento que en otras campañas. Desea que su “efecto” siga vigente en la 2021-22. Muchos de los jugadores de la actual plantilla pertenecen a la del año pasado y eso facilita bastante las cosas para todos.