Pau y Marc Gasol se van... pero dejan un legado
Nada más terminar el partido me acordé del que jugamos por el bronce en Río 2016, porque fue el último para mí con la Selección y sé que son días con un sabor diferente, muy especiales. Sé que para Pau y Marc tuvo que ser un momento complicado, que tenían que estar tristes por acabar así. Pero hay que seguir adelante, hemos dejado un camino, una forma de competir, un equipo. Una familia. Esa es su herencia. Son increíbles, dos jugadorazos que han ganado todo. Dos referentes.
Ha sido triste que acabara tan pronto. No por ganar o perder sino porque nunca quieres que llegue este momento. Sabíamos que eran unos Juegos especiales porque ahora sí que se acaba una generación, llega el cambio. Cada vez vamos quedando menos, y puede que alguno siga, pero ya no estará en otros Juegos. Pero más allá de esa tristeza está el orgullo de haber formado parte de este equipo, de que hayamos sido el espejo de muchos niños y niñas... y no tan niños y niñas. De la forma de competir, de respetar, disfrutar... La forma de ser España que hemos tenido. La unión, la amistad, la ambición. La Familia.
Desde que estábamos juntos en las categorías inferiores de la Selección teníamos sueños, pero al final solo eran eso, sueños. Entonces no podíamos ni imaginar que llegaríamos a estar tantos años haciendo las cosas que hemos hecho. Y por eso creo que este equipo ha calado más allá de las victorias o las derrotas. Por la forma en que llegas, por estar siempre luchando año tras año. En cada Europeo, cada Mundial, en cada cita olímpica... es muy complicado que una generación de jugadores este tanto tiempo y lo haga transmitiendo estos valores, esta forma de ser. Y por eso hay tanta gente que ha seguido a este equipo y nos ha apreciado. Y por eso ha sido tan bonito para todos y era tan especial este partido.
No se puede definir con una palabra todo lo que hemos hecho: la amistad, la unión, el respeto... todo va unido de la mano. Una palabra se quedaría corta. Y eso es lo que creo que hemos transmitido a los que vienen por detrás, a los nuevos, a los que ya están y los que llegarán. Desde Abalde y Garuba a los Hernangómez, Alocén... es una forma de cómo hacer las cosas, como estar al máximo nivel. Porque eso es lo que quedará de este equipo.