Ahora o nunca para Hazard

Después de dos años de total frustración, Eden Hazard ha iniciado la pretemporada con todas las expectativas y todos los miedos rondando de nuevo sobre su figura. Dicen, los que le han visto, que ha llegado más fino que otros veranos, que se le nota hasta en la cara, y que el problema muscular con el que terminó la pasada Euro con Bélgica está completamente olvidado. Pero la clave volverá a estar en su cabeza y en la reminiscencia que pueda haberle dejado la grave lesión en el peroné derecho. El calvario que pasó el delantero, con cambios de tratamiento y sustitución de placa incluida, nos presentó a un Hazard siempre dubitativo e inseguro, como si hubiera perdido la confianza en la fortaleza de tobillo derecho y le diera miedo forzar los apoyos o que le tocarán mínimamente en la articulación. Y es cierto que le dieron fuerte en la zona, siempre expuesta cuando el belga recibe de espaldas y se gira para sorprender al defensor.

Hubo contrarios que se aprovecharon de la situación para dejarle claro al madridista que, si se movía mucho, se podía marchar del campo con el tobillo bien cargado. Para ser el jugador diferencial que fichó el Madrid necesita volver a ser eléctrico y afilado, con ese quiebro y cambio de ritmo que le hacía infalible en el uno contra uno. Si no recupera eso, será uno más y su tiempo en la élite se estará agotando...