El fútbol también es olímpico
España abre hoy su participación en los Juegos de Tokio con el debut de la Selección de fútbol, a las 9:30, frente a Egipto. En la siguiente madrugada, siempre en hora española, lo harán Inés de Velasco y Daniel Castro en tiro con arco. Tradicionalmente estas dos disciplinas comienzan a rodar antes de la Ceremonia de Inauguración. En esta edición, también el softbol. Puede resultar llamativo ver dos deportes como el fútbol, altamente profesionalizado, y el tiro con arco en la misma coctelera, pero esa es la magia de los Juegos, que durante dos semanas largas se convierten en la fiesta global del deporte, con 44 disciplinas en liza, sin diferencias entre unas y otras. Un oro vale igual en el medallero, venga de donde venga.
El fútbol, sin embargo, es mirado con cierto recelo por algunos sectores del mundo olímpico, incluso por otros deportes, y eso que integra su programa prácticamente desde el inicio de la era moderna. Una razón es que no compite con el equipo absoluto, como hacen otros deportes igual de profesionalizados, como el baloncesto NBA. Después de ganar ayer mismo el anillo con Milwaukee, Khris Middleton y Jrue Holiday viajarán mañana a Tokio, al igual que Devin Booker, subcampeón con Phoenix. El triatleta Gómez Noya llegó a verbalizarlo en Londres 2012: "El fútbol no debe ser olímpico. No compiten los mejores". En el fondo también hay cierto malestar porque acapara foco mediático sin acudir con las estrellas y tapa a muchos deportes que sólo tienen la oportunidad de aparecer en primera plana cada cuatro años. Aunque, bien pensado, si el fútbol acudiera con el equipo A, el eclipse sería mucho mayor.
Sea como sea, el fútbol es olímpico por derecho propio y las reglas son las que son. Y aquí está España con una selección esperanzadora, que incluye a seis jugadores de la reciente Eurocopa liderados por el emergente Pedri, y a otros experimentados ases como Ceballos y Asensio. Para todos ellos será una experiencia inolvidable, como demuestra que muchas estrellas del fútbol que no han pasado por los Juegos, siempre lo añoran en su bagaje personal. El rendimiento de la absoluta de Luis Enrique trasvasa la ilusión al grupo de Luis de la Fuente, que encabeza las apuestas y otea en el retrovisor aquel referente de Barcelona 1992, el gol de Kiko y un oro que vale igual que los demás, pero que nadie olvida.