Seguimos para bingo, Luis Enrique
España está en semifinales tras dos empates, una goleada, un pase en la prórroga y otro en los penaltis. No se puede pedir más. Ya está escrito aquí mismo que la suerte es algo bueno, de lo que nunca debemos abjurar. Al revés, todos debemos felicitarnos por el aroma a baraka que desprende la Selección. Pero que la euforia no nos confunda: no pasará con frecuencia que se pase una eliminatoria encajando tres goles, ni mucho menos la siguiente fallando dos penaltis. Pero cuando pasa, cuando los astros se alinean de esta forma, es que estamos ante algo grande. Le pasó a Luis Aragonés, luego a Del Bosque y ojalá que también le llegue ese viento de oro a Luis Enrique.
Pero no nos engañemos. Esta España de Luis Enrique no es sólo suerte. Es la Selección que más posesión tiene de la Eurocopa. Es cierto que Italia, con una hora menos de juego porque ha ganado sin necesidad de llegar a las prórrogas, remata más a puerta, lo que quiere decir que es más vertical y que necesita menos para hacer daño. Pero también es cierto que Austria demostró que tienen sus puntos débiles. Armada con dos centrales expertos, Chiellini y Bonucci, ambos están más cómodos cuando no hay velocidad de balón, lo que se da más en los costados. Por eso, para sacarlos de cacho, no estaría de más explotar las bandas. Por ahí está el camino de la final. Mientras tanto, seguimos para bingo, Luis Enrique.