Mucho más que Bonuccis y Chiellinis

Suele pasar. Los equipos que mejor impresión dan en la primera fase de un gran torneo tienen que pagar un peaje en octavos. Baño de realidad, podríamos denominarlo. Le ocurrió a Italia, que sufrió ante una buena Austria todo lo que no había sufrido hasta ahora. No iba a ser un camino de rosas la Eurocopa para los italianos, no lo es para nadie. Tuvieron que recurrir a la prórroga para superar a un rival incómodo. Y tuvieron que recurrir a los jóvenes, que los tiene y de mucho nivel Mancini.

No todo son Bonuccis y Chiellinis, esta vez los que salvaron a Italia fueron los Chiesas y Pessinas. Con 23 y 24 años, fueron ellos los que desatascaron a una Italia que además de un estupendo presente tiene un formidable futuro. Algo está cambiando en la cultura futbolística italiana. Siempre fueron los pesos pesados los que sacaron adelante encuentros espinosos como este, pero ahora se tira de la joven segunda unidad y de un portero, Donnarumma, de sólo 22 años, que también fue clave en la clasificación. La nueva Italia, señores, ya está en cuartos...