La flecha en la puerta de la desgracia
Como aquel personaje legendario de la novela contemporánea, el futbolista del Barça parece tener su vida deportiva marcada por su desafortunado disparo contra la puerta de la desgracia. Con otras consecuencias, naturalmente, que las que resultan en aquella ficción extraordinaria, cada vez que su cuerpo y su trayectoria parecen combinarse bien con el porvenir de su carrera, un viento imperioso lo arroja contra el suelo y de nuevo se ve ahora abocado a días y días sin otro futuro que la espera.
Esta reincidencia en la desgracia le puede costar ahora a Dembèlè no sólo un retraso en esa búsqueda de clubes que se hallen interesados en sus servicios, para que el Barça de Laporta haga la caja que necesita, sino un parón irremediable tanto de ese fichaje como de su reincorporación al juego en el propio Barça.
Es una desgracia, y lo es, sobre todo, para el fútbol, porque este sería un futbolista de leyenda si no disparara contra él, con tanta saña, la desgracia que lo persigue. Todos merecen buena suerte, y más que nadie la merecen los que ya han sufrido esa reincidencia en la mala suerte.