Nacho no puede ser el nuevo 'caso Ramos'
Nacho Fernández (31 años) es ahora mismo un jugador estratégico y fundamental para el nuevo proyecto de Ancelotti en el Madrid. El central madrileño ha adquirido una jerarquía en el equipo que se ha agigantado estos últimos meses por las vicisitudes sufridas por Sergio Ramos. Las lesiones del capitán la abrieron hueco en el once a finales de enero y desde entonces, junto a Militao, ha demostrado una madurez, firmeza y regularidad que lo han convertido en un pilar indiscutible de la zaga madridista para la próxima temporada. El problema es que acaba contrato en junio de 2022 y, con lo que le ha pasado a Ramos, la afición quiere pensar que el club va a solucionar pronto su continuidad para no volver a vivir un culebrón con un desenlace tan doloroso para todas las partes.
Nacho ha terminado jugando 32 partidos este curso (24 en Liga y 8 en Champions), sin sufrir una sola expulsión y con un porcentaje de duelos ganados y de recuperaciones de balón que lo sitúan en el top para este puesto de alto riesgo y de máxima responsabilidad. Por eso y aunque se terminase marchando Varane, Ancelotti cree que con Nacho, Militao y Alaba la posición estaría más que cubierta. Solo faltaría saber la elección del cuarto central. El club tiene la opción de tirar de Vallejo, que regresa de su cesión en el Granada, pero a Carletto le gusta la gente joven y Mario Gila (20 años), al que ha controlado con varios informes escritos y videográficos, le gusta bastante.
Nacho puede ser el nuevo sheriff de la defensa blanca. Los compañeros lo respetan por su espíritu de equipo y su sentido solidario del juego. De hecho, al irse Ramos ha pasado a ser el cuarto capitán del Madrid (podría ser tercero si finalmente se fuese Marcelo este verano). Nacho no tiene contraindicaciones. La afición lo adora por su profesionalidad extrema y su innegociable capacidad de sacrificio. Y su calidad está más que contrastada. La Roma lleva tres veranos seguidos llamando a la puerta del Madrid para llevárselo...
Pero él quiere ser el quinto One Club Man de la historia del club, junto a Zárraga, Camacho, Chendo y Sanchís (hijo). Toda la vida defendiendo la misma camiseta. Su impecable trayectoria lo merece. Renovar, próximo paso.