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Puede que Foyth y ojalá que Asenjo

Emery sacó toda su artillería el pasado sábado y, desde el mismo momento en el que se conoció la alineación de Valdebebas, curiosamente hubo más gente entre la afición del Villarreal que se echó las manos a la cabeza que la perteneciente al Madrid y el Atlético, que se jugaban LaLiga y estaban pendientes de cualquier detalle que pudiera afectarles. Visto el parte médico, el personal anda más tranquilo hoy. Deportivamente, el primer tiempo del equipo fue esperanzador y el segundo, algo preocupante. Pero de la alineación lo que queda, sobre el resto, fueron los mensajes, los guiños, las dudas y las esperanzas. Que jugara Rulli no se sabe si fue para darle rodaje de cara a la final ante el United, presumiblemente sí, o fue un premio de consolación con el objetivo de dar paso a Asenjo, que hasta ahora (salvo accidente) era el portero de LaLiga. Ver a Mario también tuvo su aquel, como que jugaran Yeremy y Bacca y no Moi Gómez y Alcácer.

La derrota fue demasiado injusta en el marcador, pero no tuvo influencia en la tabla y me da que tampoco en la moral. Emery, como ya hizo contra el Barça antes de medirse al Arsenal, pretendía, más allá de buscar sin éxito el objetivo doméstico, que sus jugadores se dieran cuenta de que pueden competir de tú a tú a cualquier grande. Que aquel 4-0 en el Camp Nou ya sería prácticamente imposible de repetir diez meses después. Este es otro equipo. Ahora, teniendo en cuenta que nadie querrá dar pistas, nos queda la estresante incertidumbre durante estas horas de espera de qué hará en Gdansk. Repetir alineación, que tendría su lógica, o meterle variantes.

Una de ellas puede ser Foyth, que antes de la lesión era el jugador más en forma del Submarino. Sí Javi Mata lo dice ya lo doy por hecho. Aun así, no lo veo. No es la noche de jugar con miedo y Mario es una roca. Otra podría ser tirar de Moi o Alcácer después de haberles picado en el orgullo. Sinceramente, no me inquieta. El nivel es muy parejo entre supuestos titulares y suplentes. Y hay que tener en cuenta que ellos (o Yeremy y Bacca) serán igual de importantes la primera hora que los últimos 30 minutos (o 60). Donde veo menos opciones de mover la coctelera pero, sin embargo, tampoco debería haber debate, es en la portería. Rulli es el futuro. Y ya está creciendo en una buena línea. Pero Asenjo está ahora mismo mejor, transmite más tranquilidad, aporta más garantías por arriba, donde Cavani y compañía intimidan, sabe jugar finales (y ganarlas) y representa mejor que nadie el esfuerzo que supone levantarse, como el Villarreal, para ser el abanderado en un día histórico. Verle en el once sería un subidón para mucha gente, para numerosos aficionados y, visto lo visto últimamente, creo que también para muchos de sus compañeros.