Arnau y aquellas 19 paradas en el Camp Nou

Francesc Arnau fichó por el Málaga en busca de los minutos que no tenía con el Barcelona en la 2001-02. Sus dos primeras temporadas las pasó sin apenas jugar porque Joaquín Peiró prefería a Koke Contreras. Lejos de desanimarse siguió apretando para convencer al entrenador sin quejarse en la prensa o de manera interna. Solo trabajando.

De carácter reservado, era muy cordial en las distancias cortas y muy correcto con las entrevistas, donde medía siempre sus palabras para evitar declaraciones gruesas. Tras la marcha de Contreras al Betis y de Peiró al Murcia, Juande Ramos le dio la titularidad pese a tener otros dos fieros competidores: Calatayud y Goitia. El 26-10-2005 tuvo una actuación memorable en el Camp Nou contra el Barcelona de Giuly, Samuel Eto’o, Puyol, Van Bommel y Ronaldinho. Su enorme y variado repertorio de paradas desesperó a los barcelonistas que no veían la manera de superarle. Disparos desde fuera del área, a bocajarro, duelos mano a mano… ¡lo paraba todo! Cuando más desesperada estaba la afición blaugrana el árbitro gallego Puentes Leira convirtió en penalti un escandaloso piscinazo de Ronaldinho que, esta vez, el ‘gato de Les Planes d’ Hostoles’ no pudo atajar. Ese día Francesc Arnau hizo ¡19 paradas!

Lamentablemente el Málaga descendió y entró en Ley Concursal. Arnau siguió dando la cara y retrasó su retirada en activo hasta la 2010-11, la misma en que el jeque Abdullah Al Thani se hizo con el Málaga.

Tras colgar los guantes entró como ayudante de Manel Casanova en la Academia del Málaga. Ahí desarrolló su talento para descubrir a jóvenes futbolistas. Casanova falleció de manera repentina en 2017 mientras presenciaba un partido de juveniles en el campo del Malaka.

Tras foguearse en la base, Arnau pasó a ser director deportivo con el doble reto de construir una plantilla competitiva y convivir con los caprichos de Abdullah Al Thani, que le frenó en muchas de sus iniciativas. Hizo fichajes que le salieron mal, pero también apuestas de futuro en algunos casos beneficiosas para el equipo, como por ejemplo renovar a En Nesyri y Ontiveros, dos desconocidos canteranos, hasta 2020. El Málaga les traspasó por 12,8 millones de euros. Siempre recordó con cariño su primer fichaje nada más llegar al Málaga, el uruguayo Chory Castro.

El verano de 2017 fue muy duro porque el jeque le torpedeaba casi todas sus operaciones, no le aceptó su plan de renovación a Fornals y le coló a Esteban Rolón. Aquel año el Málaga descendió y Arnau dejó de ser director deportivo malaguista. Tiempo después se marchó al Oviedo.

Y en esta etapa, las noticias que nos llegaban eran las de un trabajador concienzudo y aparentemente tranquilo. Incluso en Málaga se hablaba de que Sergio Pellicer era un candidato para ser su entrenador si no continuaba Ziganda. Estaba planificando la próxima temporada. La muerte, al igual que a su maestro, Manel Casanova, le sorprendió en plena juventud, en pleno trabajo. Málaga está triste y llora el fallecimiento de este catalán con alma de boquerón.