El alcance del gol para Borja Iglesias y el otro tiempo de Silva
Libre de ataduras
No existe la justicia perfecta para el delantero, siempre medido por la estadística goleadora sin tener en cuenta casi ninguna otra cualidad. Es difícil sobrevivir a la crítica con cifras menores. Da igual lo que hagas y cómo lo hagas. Si no marcas, serás discutido. A Borja Iglesias (28 años) le ha pesado sobremanera su apagón realizador en el Betis hasta que invirtió la tendencia en este 2021. Encontró la portería y se ha liberado. Hay delanteros que no necesitan tanto el acierto en el área para sentirse bien, pero él tiene una relación parasitaria con el gol. Cuanto más marca, mejor juego y mayor rendimiento ofrece. La victoria ante el Huesca que certificó la clasificación europea del Betis señaló esta evidencia. Borja se vació en los apoyos, dio continuidad a los ataques y provocó el penalti que él mismo transformó. Es, después de Luis Suárez y En-Nesyri, el jugador de LaLiga que más puntos de forma directa ha dado con sus goles (13). Casi nada.
La conexión
La Real Sociedad es casi un equipo de otro tiempo. Su estilo reivindica el período excepcional de éxito que vivió el fútbol español, ahora en duda a cuenta de los resultados, pero siempre vigente. A sus 35 años, David Silva, referente en el antes y el ahora, enlaza ambas etapas desde la naturalidad y delicadeza de su juego. Contra el Valladolid escribió la partitura e Isak se encargó de interpretarla. También despuntó Januzaj (26 años), ese futbolista al que es complicado explicar por su falta de regularidad. Su talento es carismático. Desde un segundo plano, emerge como el séptimo jugador entre las cinco grandes Ligas que mejor baremo de asistencias esperadas —indicador que mide la probabilidad de que un pase sea una asistencia en función de diversos factores— presenta con un 0,35, según datos de Stats Perform.
Las caras
Se habla de milagro cuando no tiene nada de ello. La permanencia del Alavés remite a la magnífica labor de Calleja y a su poder de convicción sobre un grupo que parecía abocado al desastre. Todo mejoró desde su llegada. Pere Pons y Luis Rioja encarnan la resurrección. El primero se alejó de la medular con una función más dinámica partiendo desde la banda. El segundo agitó los ataques con su velocidad, desborde y decisiones más acertadas. La confianza que les brindó Calleja ha sido altamente respondida. Las intervenciones de Pacheco, el rol de Battaglia, la recuperación de Lucas Pérez y la jerarquía de Joselu han sido otros condicionantes claves. El Alavés se ha ganado la salvación.
Siguen ahí
El Elche aspira a salvarse en la última jornada. No es la situación ideal, a expensas de lo que haga el Huesca, pero su temporada esconde un valor extraordinario por las trabas con las que nació un proyecto que no esperaba disfrutar de la Primera. El triunfo en Cádiz le da una última oportunidad que jugadores como Pere Milla (28 años) merecen. El héroe del ascenso completó una actuación de enjundia: 100% de precisión en el pase, dos regates, dos ocasiones creadas... Se abrió para recibir entre los centrocampistas cadistas, se intercaló entre el central y el lateral para buscar acciones de remate e inició la remontada con un gol preciosista. A este Elche le sobra la fe.