Messi bajó la cabeza...

El Barça ha terminado muy mal LaLiga. Descolorido, sin energía, y cada día con menos alma, se despistó contra el Granada, se abandonó contra el Levante y dimitió contra el Celta. Sus tres segundas partes en esos partidos han sido descorazonadoras y han afeado la temporada. También son un buen indicador de que a los mejores jugadores del equipo la gasolina les dura lo justo.

Y eso no es todo. Este final apunta a Koeman, que está en la cuerda floja. Un desgaste que tal vez era innecesario. Los jugadores tampoco le han ayudado con sus últimos cuatro partidos, pero él tampoco ha estado fino con los cambios. Aunque tal vez eso fuera un mensaje: Riqui, Pjanic, Trincao.... Contra el Celta, al técnico holandés se le vio algo apagado, menos activo que normalmente, refugiado en el banquillo junto a inseparable Schreuder. Al final del partido, esperó a sus jugadores. Le dio la mano a Braithwaite. El siguiente en pasar por allí era Messi, que tímidamente extendió su mano, pero que iba con la cabeza bajada.... El argentino, 30 goles en LaLiga, ha vuelto a cumplir como un reloj esta temporada pese a no estar fino en los partidos grandes y no haber marcado en los dos Clásicos ni en los partidos contra el Atlético. Messi sigue, sin embargo, la única huella de aquel ex equipo ganador. Pero el Barça, más allá del subidón de enero y febrero, ha demostrado que necesita agitar a lo bestia el árbol.