En un partido donde no cabe ningún reproche en actitud, valentía y dibujo, toca lamentar no haber sido preciso en los acercamientos que hubo en esos 70 minutos de control. El último tramo fue, con la entrada de João Félix, una declaración de intenciones de Simeone de ir a por el partido. Pocos minutos duró esa decisión, el cansancio de Koke hizo que aquello se convirtiese en algo que le da alergia al técnico argentino, un correcalles, así que Kondogbia al campo. En una temporada de excepcionalidad y donde los jugadores están llegando extenuados física y mentalmente, no dudo que todavía quedan resultados inesperados que vacíen o llenen el famoso vaso. Yo, después de que los rojiblancos abriesen el grifo en el Camp Nou, lo veo más lleno que antes del partido.