¿Qué hace un equipo como tú en un sitio como éste?

El Villarreal ya tiene su final. Esa que venía avisando hace tiempo que llegaría. No creo que haya nadie en el planeta fútbol al que le sorprenda. Es verdad que hubo un momento, tras los cinco tropiezos a las puertas de la gloria, que al equipo amarillo se le estaba quedando cara de eterno aspirante. Esa que se nos quedaba cuando, vestidos con las mejores galas y nuestra mejor sonrisa, nos vetaban el paso a la discoteca de moda en el último filtro. Mira que lo habían probado con trajes buenos, con buen calzado, la mejor cara... pero siempre era lo mismo. Era como si llevaran calcetines blancos eternamente y les dejaran fuera de las fiestas. Pero esta vez fue diferente, el Villarreal ya tiene su final. Y tiene un mérito increíble.

Piensen que el Villarreal es el club que descolocó a Maradona el día que fichó a Palermo; es el equipo que representa a la ciudad más pequeña que va a jugar una final europea en toda la historia de la competición. El que cuando yo era pequeño e iba a ver sus partidos, soñaba con verles jugar en Segunda B. Ese equipo es hoy finalista en mayúsculas. Y lo es, por encima de todo, gracias a la bendita locura de su presidente, que fue el único que siempre lo creyó posible. Y lo mejor es que nadie pensará aquello de ¿qué hace un equipo como tú en un sitio como este? Porque no es un milagro ni una historia increíble ni una carambola. Es algo que se veía venir y que ya tocaba.