Un microscopio para buscar brotes verdes en el Pucela
Me dice un amigo que cuesta lo mismo ser positivo a las alturas de la película en las que estamos, pero es verdad que cuesta un rato. Para detectar brotes verdes en el Real Valladolid hay que hacerlo con un microscopio y rescatar minutos ante el Cádiz en la primera mitad, ante el Athletic desde que entraron los jugones al campo o con el buen partido ante el Barcelona… y poco más, pero hay que aferrarse a esa idea e intentar creer en lo increíble. Es cierto que el Real Valladolid ahora mismo depende de si mismo para salvarse, pero para eso es de Perogrullo que hay que ganar partidos… y lo digo en plural.
Sergio vuelve a ser una campaña más el rey del empate con 15, los mismos que la pasada campaña, aunque con una pequeñísima diferencia, se ganaron nueve y este año van cinco; incluso la campaña 2018-19 con el equipo recién ascendido se ganaron 10 partidos y 11 se empataron. El problema es que esta temporada estamos lejos de la cifra de victorias y hay que ser muy optimista para pensar que, en los cinco que restan, el Valladolid sumará otras dos como mínimo teniendo a Betis, Valencia, Villarreal, Real Sociedad y Atlético de Madrid en el horizonte, pero las oportunidades están siendo cabezotas y se siguen presentando.
Creo que Sergio no está ayudando al equipo. El técnico intentó explicar que hacía los cambios en el minuto 60 para no dar pistas al rival, pero no se lo compro. Cuando detectas que algo no funciona lo cambias, aunque sea en el minuto 20. Además, tampoco le creo cuando dice que siempre sale a ganar, al menos en Bilbao no vi eso. El centro del campo no tenía ni una sola intención de jugar el balón y la sala de máquinas gripó y eso se notó ya que a los delanteros no les llegó ni un balón. Si sales a ganar, demuestra al rival que lo necesitas y ante el Cádiz, Granada, Elche o Atlhetic no lo pareció… bueno ante el Cádiz tal vez sí, pero lo estropearon con la rácana segunda mitad.