Con los ojos en el Mundial
La propia madre de Kylian Mbappé lo confiesa en privado cuando, con gente de confianza, sale el tema del futuro del delantero francés. Dice siempre la misma frase: "Un día mi hijo jugará el Madrid. Está escrito". Es un deseo personal del jugador y el deseo del conjunto de la familia, la misma que protege muy bien a Kylian, que no tiene ningún agente y que ha elaborado un plan de carrera donde no sólo importa el dinero sino el bienestar y la progresión futbolística. La gran pregunta es ahora si el sueño del chico de vestir la camiseta blanca se hará realidad el próximo verano o más tarde. Mbappé lleva meses y meses dando largas al PSG, lo que provoca miedos y sudores a sus dirigentes. Éstos quieren a toda costa que el líder de la selección francesa sea aún jugador del equipo parisino cuando, a finales del año 2022, se celebre el Mundial de Qatar.
No hay que olvidar que el único propietario del PSG es el estado de Qatar y que su inversión en el club de la capital francesa entra dentro de un plan geopolítico global (que va mucho más allá del simple amor y apoyo al deporte), que incluye la organización de la próxima copa del mundo de fútbol. Por ello, para su estrategia es importante que las estrellas de dicha fase final, y los favoritos para alcanzar la victoria, sean también estrellas del club que el país del Golfo posee. Neymar, el indiscutible número uno de Brasil, está asegurado porque va a ampliar su contrato. Como los responsables del PSG temen que Mbappé, el número uno de Francia, vaya al Madrid, intentan fichar a Messi, el número uno de Argentina. Todo se explica.