Guardiola, los momentos y la suerte

El City se acerca a la final de la Champions jugando como siempre, pero sobreviviendo como nunca. Esa es la gran diferencia entre este City y los anteriores: su capacidad para sobrevivir. La palabra que ha hecho grande al Madrid en esta competición, la que la he permitido vivir rodeado de épica y títulos. Eso que tantas veces les ha faltado a otros equipos en crecimiento como el City, capaces de desmoronarse cuando lo que corresponde es aguantar de pie.

En París no sólo sobrevivió al chaparrón de la primera parte, sino que le dio la vuelta en la segunda con un toque genial de Guardiola en su dibujo. La presencia de Foden por dentro desarboló al PSG, lo metió en un caos del que no pudo salir, pese a que se vio en él desde el primer minuto al último tras la reanudación. Pochettino no supo frenar eso.

Otro aspecto importante a favor del City este año respecto a anteriores es su gestión de los momentos. Todos los giros de guion, los cambios de escenario inesperados, han pasado de perjudicarle a favorecerle. Lo que antes era una eliminación ante el Lyon o un decisivo gol en contra con la mano de Llorente son hoy el tanto salvador de Foden en Dortmund o la barrera entreabierta del PSG. Algunos lo llaman suerte; yo más bien diría que es destino...