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Las dudas de Nadal

Rafa Nadal llegaba envuelto en dudas al Open Banc Sabadell, el Godó de toda la vida, uno de los eventos más especiales en su carrera deportiva, el lugar donde se formó como tenista y donde ha establecido uno de sus estratosféricos récords con once títulos. Esas dudas procedían del Masters 1.000 de Montecarlo, otro torneo imprescindible en su historial, donde la pasada semana cayó en cuartos de final ante Andrey Rublev, uno de los jugadores de moda. Perder con Rublev entraba dentro de una cierta lógica. Mientras que Nadal aterrizaba en Mónaco con sólo cinco partidos en la temporada y una larga inactividad desde su eliminación en Australia, su rival se acercaba a la treintena. El ruso está más fino. A lo que se unió un mal día, muy malo, de Rafa. La falta de ritmo parece evidente, pero eso se soluciona con partidos.

Barcelona es un buen sitio para retomar el trabajo. Tierra amiga. Pero el regreso de Rafa Nadal, ciertamente, no ha sido demasiado tranquilizador. El balear ha cedido el primer set ante Ilya Ivashka, el 111 del mundo, y se ha visto obligado a remontar en más de dos horas de batalla. A priori sorprende que Nadal sufra de esa manera sobre su superficie talismán y ante un rival con ese ranking, salvo que se explique por la carencia de competición que arrastra. Si solamente se trata de eso, y puestos a buscar el lado constructivo de la situación, el choque con Ivashka le habrá servido para madurar el rodaje tan necesario. Estos encuentros curten más que las palizas de la semana anterior a Federico Delbonis y Grigor Dimitrov. Así lo planteó el propio Nadal en la rueda de prensa posterior: "Un partido como este ayuda a recuperar el nivel competitivo". De ahí que su afán haya sido "salvarlo como fuera". Porque a pesar de las dudas generadas, que no se han disipado con su actuación del día, más bien han aumentado, Rafa sabe que doblegar al bielorruso era un paso más en su crecimiento en la temporada de tierra batida, cuyo objetivo final, la gran meta, asoma allá en Roland Garros. Hoy, nuevo capítulo ante Kei Nishikori. Hay tiempo.