Duermen líderes. Si el pasado 30 de enero, tras perder en Valdebebas con el Levante, le dicen a Zidane y a sus hombres que tras el Clásico de abril iban a dormir líderes, a la espera de lo que haga esta noche la tropa del Cholo en el Benito Villamarín, la mayoría pensaría que era una broma de un youtuber de moda. Pues no. Este equipo ha sabido ponerse la gabardina para aguantar un chaparrón climatológico, como el que cayó en la segunda parte, y afianzar con épica y mucho coraje un triunfo que vale su peso en oro. Pero sobre todo me quedo con ese primer tiempo para enmarcar, con fútbol de orfebre y unas jugadas que destrozaron la defensa de tres centrales dispuesta por Koeman. El 2-0 al descanso era un alivio para los azulgrana, que pudieron llevarse cuatro tranquilamente. Un Madrid expansivo en su juego, recordando al que arrasó al Liverpool el martes. Zizou dio un repaso a Koeman.

Se lo perdieron. Una pena que el maravilloso espectáculo que ofrecieron los blancos en ese primer acto no pudiera verse ni en Corea del Norte, ni en Mongolia, ni en Papúa Nueva Guinea, ni en Malta, los únicos cuatro países del planeta Tierra que tuvieron la osadía de negarse a ofrecer la señal televisiva del Clásico. Un error estratégico imperdonable. Peor para ellos.

Gol de museo. Karim sigue frotando su lámpara maravillosa. Su taconazo fue un prodigio de calidad técnica. Sorprendió a Araújo y a Ter Stegen, que se quedó con el molde. Benzema llevaba nueve Clásicos sin ver puerta y acabó con esa mala racha de la mejor forma imaginable. Un gol de museo, de esos que nos regala Karim todas las temporadas. Ya suma 19 goles en Liga. Cifras dignas para el nueve del Real Madrid.

Bonita fecha. El 10 de abril no será recordado solo por este primer triunfo del Madrid sobre el Barça en el Di Stéfano. En esta misma fecha, Hugo Sánchez pasó a la leyenda del fútbol mundial en 1988 con su increíble golazo de chilena al Logroñés en el Bernabéu. ¿Saben que sale si leen ustedes al revés el nombre de la capital riojana? Señor gol. Pues eso. Y también un 10 de abril el Madrid de los Galácticos consumó una remontada en Champions ante el Bayern de Oliver Kahn, derrotándole bajo la lluvia en el santuario de La Castellana con goles de Helguera y Guti. Y pasaron más cosas en un 10-A. Tal día como hoy de 1973 vino a este mundo en Garça (Sao Paulo, Brasil) el mítico Roberto Carlos, que celebró su 48 cumpleaños desde el Di Stéfano vibrando con los goles del equipo de sus amores. La primavera blanca nos trae buenos recuerdos del pasado y magníficas realidades del presente. Y también en el 10 de abril de 2018 llegó el gol de Manolas al Barça, en aquel 3-0 de la Roma que apartó de Europa a los culés. Yo lo bautizaría como San 10 de abril.

Messi, seco. Que Koeman monte un número por el penalti que reclamaba el Barça, secundado por otro show de Piqué al acabar el Clásico, sólo sirve para justificar una realidad tozuda. El Madrid va para arriba y ve cerca un doblete histórico. Y el Barça sufre en los Clásicos por el eclipse de su estrella. Messi lleva tres años y siete Clásicos sin ser capaz de meter un solo gol ni de dar una simple asistencia. Les aseguro que de eso no tiene la culpa Gil Manzano. Por cierto, un mensaje a Koeman: al Madrid no le pitan un penalti a favor desde hace seis meses (¡24 jornadas!). Que ellos se quejen así me recuerda a los tiempos de Guruceta. No cuela. El Madrid es justísimo LÍDER.