Negro de mierda, soy mejor que 'usté'

Circulaba por el campo con la lengua fuera cuando di una patada, el árbitro pitó y oí: "¿Qué haces paleto?". ¿Paleto? Me hizo gracia. Estuve por responder: "Que va, que va, que va, yo leo a Kierkegaard", pero no tenía pinta de ser muy de Faemino y Cansado. Llevo décadas jugando en ligas populares y he oído de todo. La mayor parte son amenazas y provocaciones de poca chispa pero a veces hay calificativos brillantes. Recuerdo un "pelorroto", para un portero calvo que no estuvo mal. Hace unos 20 años caí en un equipo de retales de amigos de amigos en el que se nos colaron unos violentos de valores distraídos. El árbitro era negro y uno de estos se dirigía a él así: "Moreno, moreno, ¿qué pitas moreno?". Me avergonzaba compartir camiseta con un racista, pero miraba a otro lado. Hasta que un día el árbitro se hartó y se formó la típica tanganita insoportable. Nunca más volví a jugar en ese equipo.

Por aquella época asistí como becario de Telecinco a un entrenamiento de la Selección. Luis Aragonés quiso exhibirse con Reyes y le aconsejó aquello de "negro de mierda, soy mejor que usté". Aquel lío fue solventado por los defensores del seleccionador como un desliz propio de los "códigos del vestuario". El propio Luis no vio motivo para la disculpa. Es curioso que Cala, que según Diakhaby le llamó el domingo "negro de mierda", ya hablara de "códigos" tras un choque con Aduriz.

Diakhaby, camino de los vestuarios en Cádiz.

Algunos creen que lo de Cala, Luis, Busquets llamando "mono" a Marcelo, o cualquier otro son "códigos". O peor, malentendidos. Vivimos tiempos de desprecio y desprestigio de los valores sociales sustituidos por el maniqueísmo de las redes sociales. Mola más el "comunismo o libertad" y llamar "ofendidito" o "bienpensante" al que denuncia. Así es nuestra nueva sociedad en la que un jugador negro dice que le han llamado "negro de mierda" y la gente pide el VAR de la presunción de inocencia por si se lo ha inventado. No vaya a ser Diakhaby una de esas "locas" que presentan denuncias falsas a sus maridos para que los "progres" se inventen la violencia de género.