Diakhaby está derrumbado
Los jugadores del Valencia hicieron lo que en España nunca se había hecho por un presunto acto de racismo: abandonar el terreno de juego. Murthy habló con Tebas.
Mouctar Diakhaby es un niño en cuerpo de gigante. Es también una persona comprometida contra el racismo. En sus redes sociales se encuentran varias publicaciones denunciando comportamientos xenófobos contra otros compañeros de profesión. Esta vez fue él quién denunció que Juan Cala le llamó “negro de mierda”, un insulto que el jugador del Cádiz negó con quienes habló en el estadio y que anuncia dará su versión 48 horas después del incidente.
El futbolista está derrumbado, afectado anímicamente por lo sucedido. Así se lo ha hecho saber Anil Murthy a Javier Tebas, con quien habló en la mañana del lunes y a quien, según fuentes del Valencia, le ha solicitado que investigue hasta el final los graves insultos racistas que denunció el jugador francés. El Valencia, tanto a la Liga como la RFEF, les ha instado a crear unos protocolos de actuación por parte de ambos organismos para que hechos como los denunciados por Diakhaby en el Ramón de Carranza no vuelvan a repetirse y no queden a merced de la reacción de los jugadores.
Diakhaby se desesperó en el césped del Ramón de Carranza y se derrumbó una vez llegó al vestuario, donde sus compañeros le vieron llorar durante los minutos en los que el partido se interrumpió. Después sacó fuerzas para salir a la grada del estadio. Diakhaby estaba hundido, pero no quería quedarse como escondido en el vestuario cuando se consideraba víctima de un ataque racista que denunció al árbitro y cuya versión recogió en el acta Medié Jiménez.
Diakhaby recibió en todo momento el apoyo de sus compañeros. Los jugadores del Valencia hicieron lo que en España nunca se había hecho por un presunto acto de racismo: abandonar el terreno de juego como respaldo a Diakhaby. Su reacción ha dado la vuelta al mundo. El francés es un futbolista querido por sus compañeros, en especial por la colonia de futbolistas galos del vestuario. Kevin Gameiro fue de los primeros junto a Gabriel Paulista en acercarse a Diakhaby tras su reacción en el césped y Mangala, desde la distancia y a través de redes sociales, creyó sin titubeos su versión.
Los jugadores del Valencia que participaban en el partido creyeron fielmente a Diakhaby. Le conocen y su reacción les llevó a no dudar de que algo realmente grave había pasado en su discusión con Juan Cala. De ahí que, tras el revuelo inicial, todos tomarán con firmeza el camino de los vestuarios. Allí fue donde Diakhaby se derrumbó y donde los jugadores le mostraron su sincero respaldo y apoyo a su versión de los hechos.
En ese instante, tras tomar los jugadores la decisión de abandonar el césped como respaldo a Diakhaby, en el vestuario del Ramón de Carranza se esperaba una instrucción del club. El árbitro se reúne con los delegados de ambos equipos , Salvador Chirino y David Rangel, y con el del partido, Fidel Valle Gil. Medié Jiménez, según la versión del Comité Técnico de Árbitros, les comunica lo que Diakhaby le había dicho en el césped y les apunta que ni él ni ninguno de sus ayudantes tiene constancia directa de que Cala le dijera “negro de mierda” y que las consecuencias de la retirada del césped de los jugadores del Valencia quedaban a merced de posteriores decisiones que adoptada el Comité de Competición al respecto.
Esa es la información que se traslada al vestuario del Valencia. Con el árbitro ejerciendo de mero notario de los hechos al no tener constancia directa y a sabiendas de que la normativa podría acarrearles una sanción de puntos si no se esclarecían los hechos, los jugadores esperan una directriz concreta del club de qué hacer: retirarse definitivamente o continuar. La cúpula del club no entiende que, de primeras, se le pueda dar por perdido el partido por 3-0 por retirarse del césped por un presunto acto de racismo y delega la decisión en los futbolistas, el vestuario más joven de Primera División y que bastante paso al frente habían dado retirándose del terreno de juego. Diakhaby, en esos momentos de dudas y nervios en el vestuario por lo vivido y sobre qué hacer, tomó la palabra e instó a sus compañeros a que salieran a jugar, aunque matizando que no se encontraba en condiciones de seguir jugando y que le intentaran dedicar la victoria.
El Valencia emitió después un comunicado en el que defendía sin tapujos la versión de Diakhaby, “otra víctima del racismo en el fútbol”, y reclamaba a los organismos competentes que estudiasen a fondo el caso. El club, por su parte, va a iniciar una serie de actos de lucha contra el racismo. En la mañana del lunes, a la espera de qué decisión adopte el Departamento de Integridad de la RFEF, toda la plantilla del Valencia, incluido el presidente Anil Murthy y el cuerpo técnico, han posado con Diakhaby en Paterna bajo el lema: Stop al racismo.