La Copa de la generación pérdida
No digo la final. Digo la Copa. Así de claro. Debe serlo. La Copa de la generación pérdida de la Real Sociedad. Creo que alguna vez ya os he hablado de ese concepto que manejamos en el entorno del club txuri-urdin. No es ninguna tontería. Hay varias generaciones de jóvenes aficionados de la Real que no han visto a su equipo en ninguna final en su vida. Ésta va a ser la primera. Así que de forma inevitable será muy especial. Son 33 años sin una final, sin sentir ese hormigueo especial, ese temor a no estar a altura, esa ilusión a lograr algo grande, ese orgullo de poder ser eterno. Por eso, porque será la primera vez, no se puede escapar.
La sensación que hay en San Sebastián es que estamos ante una oportunidad única. Por eso digo aquello de que no es solo la final, sino que debe ser la Copa de la generación pérdida. No podemos conformarnos. Porque como tengan que pasar otros 30 años para volver a jugar una final... el porcentaje de opciones se reduce de forma considerable. Y no, no estoy pensando en el hecho de que tengamos enfrente al Athletic Club y que no ganar la final puede llevarnos a buscar un búnker donde escondernos los próximos años. No, no. Eso ahora lo dejo de lado. Hablo de la Real como club. De la importancia de que lleguen títulos para seguir manteniendo viva la ilusión de la afición. Y porque ser campeón también permite dar otra dimensión a este proyecto, lo refuerza y lo mejora.
Esta Copa es mucho más importante que simplemente ser campeón. Porque lo de lo del derbi y la fiesta del fútbol Vasco, lo inédita que es esta final, está ya dicho. Pero es que el futuro de la Real será diferente ganando en La Cartuja. Empezando por todos esos aficionados que no han visto a la Real ganar nada y habían perdido casi la esperanza. Y siguiendo por las nuevas generaciones. Por todos. Por vosotros. Por ti, amigo realzale que me estás leyendo, esta Copa va por ti. Esperemos pegarle un buen trago. ¡Gora Real!