San Oblak ahuyentó los fantasmas

Aunque los titulares se los lleven con justicia y méritos propios San Oblak y San Suárez, cara a estas diez finales, el análisis de lo que ocurrió ante el Deportivo Alavés y durante estas últimas semanas, tiene que ser más profundo. Porque si es cierto que en lo anímico van a venir de lujo esos tres puntazos, también lo es que en estas dos semanas de parón, los rojiblancos tienen que resetear para volver a la normalidad. En los últimos dos meses, los setenta minutos del derbi es donde vimos la mejor versión del Atlético y la ansiada normalidad que desplegaron en la primera vuelta, con ritmo, intensidad y pocas dudas con el esquema.

Algo que de nuevo brilló por su ausencia ante los de Abelardo. donde los rojiblancos se perdían en la espesura y en la falta de recursos para superar a los vitorianos. Sólo Lemar dio la sensación de estar fresco, dinámico y desequilibrante. Fue el impulsor en el gol, viniendo a recibir en banda derecha y tras atraer a Edgar, dejar a Llorente y a Trippier en superioridad ante Duarte; lo demás fue un maravilloso lienzo pintado por el inglés y firmado por Suárez. Después, los cambios y la desafortunada acción de Savic, atrajeron los fantasmas de las últimas semanas. San Oblak se puso la capa y con una estirada de categoría los terminó ahuyentando. Son diez finales, dos semanas para resetear y volver a la normalidad de esa primera vuelta donde el equipo demostró capacidad para ser campeón.