Flotabilidad
En Bilbao han sacado la gabarra para comprobar su flotabilidad. Tienen dos oportunidades enormes para ganar un título y surcar, por fin la ría, así que la celebérrima embarcación ha de ser en buen estado. Lo más curioso de la gabarra es que es una tradición relativamente reciente que se inició en 1983 y, de momento, finalizó en 1984. Eso sí, con un éxito absoluto de público, donde congregaron a un millón de personas desde el Arenal hasta Bilbao. Pero se ha hablado tanto de la gabarra que parece que es una costumbre que se remonta a varias décadas atrás. La necesidad de rituales conjuntos que nos articulen como ciudadano es lo que nos lleva a hablar de la gabarra con resonancias casi legendarias. Las fotos de aquellos días victoriosos de la primera mitad de lo ochenta, nos muestran un Bilbao que ningún jugador de la actual plantilla conoció. Esas imágenes nos recuerdan una época dura y gris donde los hombres de veinte años ya tenían aspecto de padres. La contaminación, los enfrentamientos entre obreros y policía en plena desindustrialización y los atentados constantes había convertido a Bilbao en un lugar hostil.
En la actualidad, la plantilla del Athletic es un escaparate perfecto de la ciudad europea que es hoy. Y es que Bilbao ha demostrado su flotabilidad durante más de ocho siglos y el próximo mes podría demostrar el orgullo encumbrado de ser un equipo diferente. Lo más curioso es que los leones han ganado dos títulos desde 1984. Dos Supercopas arrancadas al Barcelona, nada menos. Sin embargo, no se han celebrado. Tal vez se consideran un título menor o es que en 1984 al ser campeones de Liga y Copa, la ganaron sin jugar y no se inauguró esta costumbre. Lo que sucede es que, pese a los tópicos, el Athletic no ha caído en el grandonismo y ha decidido celebrar única y exclusivamente cuando creen que lo merecen. Van a esperar al momento adecuado, como requieren las grandes ocasiones. Eso sí, yo hubiera sacado la gabarra en 2016 cuando el Athletic Club Femenino ganó la Liga.