Declaración de intenciones de Ferrari

Ferrari ya tiene su monoplaza para 2021. Ha sido el último en llegar y, aunque no sólo por ello, uno de los más esperados. Algo lógico considerando que la propia Scuderia asume catalogar como desastrosa la anterior temporada, así que tocaba un cambio profundo para enderezar la situación, por mucho que la reglamentación constriña a los ingenieros. Y lo cierto es que el SF21 no ha defraudado, ha variado en bastantes aspectos y se supone que también evolucionado en lo que no se ve, la unidad de potencia. El mismísimo John Elkann, presidente de la marca, apareció durante la presentación para dejar muy claro que otro año como el precedente resulta inadmisible y que en juego se encuentra nada menos que el honor de Enzo Ferrari.

Es un mensaje importante, lo ocurrido la pasada campaña rozó el ridículo para quienes están considerados como un símbolo de la industria de la automoción y su máxima expresión deportiva, la Fórmula 1. Las carreras, los campeonatos, se ganan o se pierden. Pero con dignidad. Nadie tiene garantizado el éxito, una evidencia que no exime a los competidores de perseguirlo con la máxima dedicación, esfuerzo y constancia. Un desafío que parecen tener muy claro de nuevo en Maranello, su crédito de fracaso se ha agotado y, al menos, hay que pelear con valentía por el orgullo de una empresa extraordinaria. El nuevo monoplaza apunta en tal sentido en cuanto a concepción y evolución, ahora sólo queda confiar en que sus creadores hayan acertado como de ellos se espera. Muy pronto empezaremos a salir de dudas.