Poca dinamita
El Madrid ha sido siempre un equipo de grandes atacantes. Parte de su filosofía y de su gran historia está basada en ir a tumba abierta a por la portería rival pensando en un intercambio de golpes que en la mayoría de ocasiones termina siendo favorable a los blancos. Para que la balanza se incline a tu favor debes tener a algunos de los mejores pistoleros de la ciudad de tu parte. Hoy por hoy, más allá de que al equipo le faltaron muchas cosas durante la mayor parte del encuentro, no hay dinamita arriba.
Sin contar a Karim, que regresaba tras inactividad, el atacante más peligroso del equipo es Casemiro. Parece ser el único futbolista con la determinación, la intuición y el talento para generar cosas en el área rival. Faltan jugadores que en una jugada resuelvan días grises en lo colectivo, que infundan terror en las defensas rivales y que en los partidos grandes te hagan pensar que te pueden llevar a la victoria si les acompaña la inspiración. Esos hombres que deberían ser Hazard, Asensio, Vinicius y/o Rodrygo, ninguno de ellos, de momento, aporta lo esperado en un equipo de la élite mundial.