Julen tiene razón: están al límite
"Estamos al límite", decía Lopetegui con amargura en la previa con algo de resignación y un poso de amargura. Al límite físico, como indicaban los 9 cambios que el entrenador vasco se vio seguramente obligado a hacer en el Martínez Valero con respecto al once que sucumbió en el Camp Nou. Al limite psicológico, se pudo comprobar también: fue un Sevilla romo, sin ideas y casi incapaz de crear ocasiones a uno de los rivales más débiles de Primera. Un Sevilla que recibió dos goles sin oposición para acabar cayendo con claridad y justicia en uno de esos campos en los que se presupone la victoria de los que quieren entrar en Champions.
Esa Champions que sigue disputando y cuya vuelta de octavos llega en Dortmund, en una empresa, remontar aquel 2-3, que visto lo visto estos últimos tiempos sobrepasa la categoría de proeza para convertirse en casi una utopía. La Champions, ese 4º puesto crucial, habrá que seguir cuidándolo en los próximos compromisos ligueros, tanto o más importantes que el del martes en tierras alemanas. Porque cinco días después del complicado envite ante los de Haaaland viene el derbi, nada menos, contra un Betis que puede además acercarse en la tabla si logra ganar mañana al Alavés. Algo impensable hace apenas unas semanas, cuando todo parecía de color de rosa, o de rojiblanco, y el sevillismo soñaba hasta con LaLiga. El límite ha llegado y quiere vestirse de abismo.