El Madrid se juega la temporada este domingo en el Wanda. No me hablen de un empate ni especulen con posibles combinaciones de futuro. Para la tropa de Zidane este partido es como una final de Copa o de Champions. Sólo vale ganar y cualquier otro resultado será una decepción profunda y severa. Me educaron, como buen vikingo, en la cultura de "a los del Atleti ni agua". Respeto siempre, temor ninguno y ganas de tumbarles en la lona, todas. Ellos van de humildes, pero llevan años gastando más dinero que nosotros en fichajes (¿cuándo ha pagado el Madrid 126 millones por un futbolista?) y se han construido un ático de lujo en el barrio de San Blas. Son los nuevos ricos. Y encima pita Hernández Hernández. Toca rezar...

Pero que nadie olvide que jamás hemos perdido en el suntuoso Wanda ante los cholitos. Y eso que allí nos hemos enfrentado a ellos con 69.000 gargantas rugiendo contra los nuestros como si no hubiera mañana, incluyendo lanzamientos de ratas de peluche... Cierto que ahora están las gradas vacías y el factor campo ha quedado muy desvirtuado, pero es mejor que los pupilos de Zidane se tomen la cita como si fuese un infierno. Contra presión es como mejor juega este equipo. Así es como han ganado cuatro Champions en cinco años. El Madrid, lo dice la leyenda, no juega finales. Las gana. Así sea.