El Madrid salva el orgullo español

Orgullo español.- Después de los gatillazos protagonizados por Barcelona, Sevilla y Atlético, el Madrid salió de nuevo al rescate del fútbol español con un triunfo valiosísimo en Bérgamo que le deja en bandeja de plata su pase hacia los soñados cuartos de final. En la Champions todo cambia. Bromas, las justas. Llegaba la Atalanta a la cita con una fama de equipo volcánico al que se le caían los goles de los bolsillos. Pues bien, Courtois regresó anoche a Madrid sin haber recibido un solo disparo entre los tres palos. Y no me vale de argumento exclusivo lo de que durante 70 minutos los italianos estuvieron con uno menos porque en mi vida me he hartado de ver a equipos que han ganado jugando con diez. La cuestión es que Zidane ha activado el modo rodillo, basado en una seguridad defensiva atrás espectacular y en la solidez de esa Santísima Trinidad (Casemiro-Kroos-Modric) que es sin duda el mejor centro del campo de Europa en este momento. El Madrid impone tanto respeto que Gasperini cambió su libreto y planteó un partido de tanteo, convencido de que a tumba abierta le hubiese podido dar el Madrid un directo al mentón que le hubiese tumbado a la lona. Que al equipo le falta gol sin Benzema, Hazard y Rodrygo es una evidencia. Pero este Madrid sabe reaccionar ante la adversidad cambiando la hoja de ruta y encontrando otros caminos para el triunfo final. Ojo que Zidane dijo en la víspera que “tenemos ilusión por llegar a la final”. No va de farol. Es el hombre de las tres Champions consecutivas. Conviene hacerle caso...

El árbitro.- En las redes sociales echaba fuego la jugada de la expulsión de Freuler, pero me llama la atención que los mismos que se echaban las manos a la cabeza por esa roja directa no dijesen nada del plantillazo intencionado del portero Gollini a Vinicius. Iturralde dejó claro en El Carrusel que debía haber ido a la calle y el árbitro ni siquiera pitó falta. Además, el alemán sacó una amarilla a Casemiro por una simple faltita, que le impedirá jugará la vuelta en Valdebebas el 16 de marzo. O sea, para los efectos es como una roja porque le impide estar en el día clave. La Atalanta no debe agarrarse al arbitraje y sí tener más autocrítica. Han hecho un Atleti (no tirar una sola vez a portería pese a jugar como local). El Madrid ganó sin brillantez, pero con total justicia.

Grande Mendy.- Ferland es un personaje. Cuando llegó, muchos hacían chanzas con sus presuntas debilidades técnicas y con el mote que le pusieron en el mismo vestuario: ‘Ladrillo’. Pues el ladrillo está revestido con pepitas de oro. Su golazo desde fuera del área (¡con la derecha!) refleja la seguridad que tiene en sí mismo. De niño tuvo un problema grave en la cadera que casi le obliga a dejar el fútbol. Pero su perseverancia le ha hecho triunfar con la camiseta del club que sigue siendo un referente en Europa.

La leyenda blanca.- El 3 de marzo de 1960, el prestigioso diario L’Équipe escribió esto tras el eliminar el campeón español al Niza en los cuartos de final de la Copa de Europa, arrasándole por 4-0 en Chamartín (goles de Pepillo, Di Stéfano, Puskas y Gento): “El Real Madrid debería hacer grabar sobre el frontispicio de su magnífico estadio: ‘Futbolistas, abandonad todas vuestras ilusiones en la Copa de Europa. El Real Madrid no es vencido jamás”. Amén.

Euforia controlada.- La afición blanca sigue de fiesta. Después de cinco victorias consecutivas tiene enfilada la temporada en la búsqueda de un final feliz. Ahora tiene los cuartos de final a tiro y la Liga, ídem de ídem. Me recuerda que vamos a acabar a tope la temporada mi amigo Luis Canet de la Villa, de la peña Gran San Blas. Ánimo amigo, todo va a salir bien.