El sueño de un triplete agridulce
No ha pasado jamás en la historia y tenía que ser el Athletic, el club más singular en España, el que lo tenga al alcance de la mano. La posibilidad de alcanzar un triplete en dos meses. De momento, la Supercopa está en el zurrón. La famosa Copa de 2020, aplazada un año para nada porque los campos siguen sin gente, se asoma el 3 de abril por La Cartuja. Lo de hoy no es que tenga menos importancia: representa la opción de un triángulo mágico. Lo que tiene la vida, los títulos caen en cuentagotas en Bilbao en esta era dominada por los clubes más ricos, y se pueden sumar tres sin esa marea rojblanca que tanto ha engrandecido al equipo de San Mamés. ¡Cuántos viajes a las finales de miles y miles seguidores para volverse de vacío! ¿Y la Gabarra? ¿Habrá que aplazar un año su viaje si se levantan la vigésima quinta y vigésima sexta Copas? Por eso este proceso es agridulce. Maldita pandemia que tanto nos ha robado en estos últimos doce meses. Y no hablo ya del fútbol...
Los leones encadenan once eliminatorias consecutivas superadas y ese es un aval para verlos como favoritos, aunque ayer Marcelino regaló a los locales ese cartel, atendiendo al empate a uno de la ida. Diez las solventó fuera de casa. Salvo las dos primeras, ante rivales de Tercera (Intercity y Sestao River), todas han sido parejas y tres se decidieron en tandas de penaltis. Sobre el alambre de la agonía este equipo se mueve como pez en el agua. Parece inmortal. Hoy, nuevo capítulo.