Soy muy de Marco Asensio. Siempre lo fui. Hablamos de un futbolista con unas capacidades físicas, técnicas y de comprensión del juego que indicaban que nos encontrábamos ante alguien destinado a hacer cosas extraordinarias y dejar una profunda huella. La lesión, obviamente, ha sido un gran obstáculo, pero antes de la misma ya se percibía que la progresión del chico no era la esperada. Hoy por hoy, con el problema de rodilla olvidado, con la confianza de Zidane y habiendo sido titular en numerosos partidos de forma consecutiva, algo no termina de arrancar.

Marco participa poco, a cuentagotas nos deja destellos de su gran calidad y su incidencia en el juego ofensivo del equipo es casi inexistente. ¿Dónde puede estar el problema? No conozco a la persona, pero se puede percibir que tiene la cabeza bien amueblada, que tiene buen entorno y que está focalizado en su profesión. Mi opinión tiene que ver con la mentalidad, la ambición y también con los espacios que ocupa en el terreno de juego. No puede ser que un futbolista con el disparo que tiene el mallorquín apenas haga alguno cada dos o tres partidos, cuando debería realizar un buen número de ellos por encuentro. Tampoco que con su capacidad para la conducción, el uno contra uno, la asistencia o el centro lateral, no le veamos hacerlo de forma constante.

No termino de acertar si es por pasar demasiado tiempo lejos del área, si no es capaz de generarse buenas posiciones para que sus compañeros le encuentren o si únicamente tiene que ver con su cabeza, o todas a la vez. No sé si es demasiado conformista o si no termina de creerse lo que puede llegar a hacer en el campo. Desde fuera me da la impresión de que está, como mucho, a un 60% de lo que puede ofrecer. Siempre que hay gran talento se puede esperar que este mismo termine por explotar en algún momento.

El cambio a tres centrales

Zidane cambió para jugar con tres centrales en la segunda mitad del partido contra la Real y la cosa no salió bien. El técnico francés comentó posteriormente que quería ajustar la presión alta que no estaba funcionando. Los de Imanol estaban encontrando el agujero a través de hacer tercer hombre con el central del lado del futbolista que saltaba sobre Remiro. Cada vez tengo más claro que, si saltas sobre el portero, el jugador que esté con el mediocentro debe estar por delante o a la par, para evitar esta circunstancia. El Madrid hizo una buena primera mitad, muy buena en circulación de balón con un tres contra dos en cada banda que estaba haciendo daño a los de Donosti.