La Atalanta regateó el conflicto con el Papu
La baja del Papu no se ha notado. La fuerte discusión entre Gasperini y el futbolista argentino, que acabaría provocando la salida del jugador, se produjo en el descanso del partido contra el Midtjylland en la quinta jornada de la fase de grupos. Era el 1 de diciembre. Desde entonces, sumando todos los encuentros disputados en todas las competiciones, la Atalanta sólo ha perdido uno de 19 (en dos de ellos, en un intento fallido de solucionar la situación, el Papu participó, aunque su relación con el míster ya estaba rota y el incendio amenazaba con afectar a todas las parcelas del club). El encargado de sustituir al nuevo talento del Sevilla en la media punta ha sido el joven Matteo Pessina, que la temporada pasada jugó como cedido en el Hellas Verona. No posee la misma calidad técnica, pero su agresividad en la presión ha reactivado esa faceta tan importante en el conjunto de Gasperini, que busca robar muy arriba para atacar luego en tromba con muchos efectivos. Además de sus virtudes físicas, Pessina posee una fantástica llegada de segunda línea que le permitió anotar siete goles durante su préstamo en el conjunto del Véneto.
La importancia de los carriles. En el esquema 3-4-1-2 que usa Gasperini, un rasgo muy característico es la altísima posición de los dos jugadores de banda, que muy a menudo se incorporan al ataque al mismo tiempo. No es raro ver jugadas en las que uno de los dos centra desde un lado y el otro acude al remate desde el otro. Robin Gosens, el futbolista alemán que juega por la izquierda, lleva siete goles anotados y cuatro asistencias en la presente Serie A. En la derecha el habitual es el neerlandés Hateboer, pero ahora está lesionado y le suplirá el danés Joakim Maehle, al que la Atalanta firmó en el último mercado de invierno por unos diez millones de euros, procedente del Genk belga.
El gran momento de Muriel. El colombiano, ex del Sevilla, está firmando una temporada sobresaliente. En principio partía como suplente de su compatriota Duván Zapata, pero lleva cinco goles más que él en la Serie A (catorce contra nueve). En el último triunfo ante el Nápoles del pasado domingo (4-2), marcó un tanto impresionante con la zurda y participó en las jugadas de los otros tres. Esto ha hecho que últimamente se alterne en la titularidad con el esloveno Ilicic, el zurdo de gran talento que marca diferencias entre líneas y que ya ha regresado a la actividad tras pasar un duro momento personal tras el parón por el coronavirus. Zapata, por su presencia física, es fijo. Muriel e Ilicic se disputan la otra plaza por delante de Pessina.
Con Romero han mejorado atrás. Si tiene un punto débil el cuadro bergamasco, este es sin duda el aspecto defensivo. Juega tan expuesto que es habitual cazarle con muy pocos efectivos en la retaguardia. El nivel individual de sus centrales tampoco es tan alto como el de los jugadores de ataque. Esta tendencia se ha suavizado con la incorporación el pasado verano del joven argentino Cristian Romero, un defensor de 22 años por el que la Juventus pagó 26 millones de euros y que se encuentra cedido por la entidad turinesa.