El chaval lucha por rescatar al Vinicius con Solari
Lo sucedido en Mánchester entre Vinicius y Zidane no deja de ser el típico mosqueo que tienen los futbolistas cuando en una gran cita se quedan fuera de la alineación estelar. Su juventud le hizo cometer el error de retratar su enfado mirando el móvil, aunque no hay que olvidar que a su lado estaba Marcelo, que es el segundo capitán y el que debería dar ejemplo a los jóvenes del equipo para no protagonizar esas rabietas propias de la inmadurez. 'Vini' es un buen chaval, no se le conoce en la noche de Madrid desde que llegó hace casi tres años, se cuida y su familia está por encima de todo.
Solo quiere justificar la apuesta que hizo el club por él cuando le sacó del Flamengo siendo un niño y rescatar la imagen atrevida e imaginativa que triunfó cuando Solari estuvo en el banquillo. Lo que no le puedes pedir al chico es que juegue con red, que eluda el uno contra uno para evitar pérdidas, que pase en corto, que no sonría mientras juega o entrena, que sea políticamente correcto... Vinicius es brasileño, no es alemán. Dejemos que fluya su espontaneidad, escenificada con ese fútbol de barrio que llegó a poner en pie al Bernabéu. El chaval se equivocó en el Etihad y asumió su error. Eso habla a favor de él. Y Zidane lo ha entendido. Todos contentos.