One Club Man
One Club Man es la canción que ha publicado Orsai, la banda que tienen algunos jugadores del Athletic de Bilbao. Es llamativa la gran cantidad de futbolistas que no sólo han querido ser músicos sino que han conseguido serlo.
Abundan los guardametas apasionados por la música: 'El Mono¡ Burgos, Pinto y también los colosales Julio Iglesias (Real Madrid) y José Alfredo Jiménez (Club Marte). También jugaron al fútbol Franco Battiato (Riposto), Jero Romero, de Sunday Drivers (Toledo y Huesca) o el merengue Álvaro Benito, de Pignoise, una debilidad personal, porque el exmadridista es al análisis deportivo lo que Sofá Sonoro de la SER a la música. Alguien que sabe de lo que habla, que explica las cosas con claridad y respeto, y cuenta de manera sencilla, pero no simple, los entresijos invisibles de un partido.
Por razones obvias nunca se ha dado el caso contrario, el de un músico reconvertido en jugador. Como mucho, puedes comprar el equipo de tus sueños. Elton John fue más feliz presidiendo el Watford que en sus giras mundiales.
La música y el fútbol, aunque parezcan disciplinas muy distintas, tienen mucho en común. Se trata de saber trabajar en equipo y de conjugar la autoestima con la humildad. Consiste en saber que el éxito y el fracaso están separados por una fina línea dibujada con el pincel del talento, el trabajo y la suerte.
Orsai canta One Club Man, porque hay algo que el aficionado del rock y del fútbol valora más que ninguna otra cosa: la fidelidad a unos colores. En un mundo en constante cambio, no hay nada más especial que un miembro que es fiel a una misma banda. Van Zandt con Springsteen, Mike Campbell con Tom Petty o Pancho Varona con Joaquín Sabina. El resto de músicos —y futbolistas— se ven obligados a ganarse la vida en proyectos diferentes bajo el nombre —a veces despectivo— de mercenarios. Para ser un One Club Man hay que poder y, sobre todo, querer. Como Giggs, Le Tissier o Xavi Prieto, que jamás le fallaron a su Bruce, Tom o Joaquín. One Band Man.