El exterior eterno de Modric

Dentro de veinticinco años se seguirá recordando el exterior de Luka Modric. Ya es eterno. Pocos futbolistas en la historia de este deporte han dominado con tanta maestría esta superficie de contacto tan estética y tan difícil de ejecutar. Contaremos lo afortunados que fuimos de poder haber visto en plenitud a este croata, uno de los mejores centrocampistas que han visto mis ojos. Modric sigue siendo el termómetro del Real Madrid. Si Luka tiene un día inspirado, es extraño que el equipo no lo tenga también. A sus treinta y cinco primaveras atraviesa un momento dulce no, lo siguiente, que disfrutan sus compañeros y también nosotros, los que miramos los partidos. Más que merecida esa renovación, que parece que va por buen camino. En Vitoria volvió a sacar brillo a ese exterior para dejar a sus compañeros en buenas situaciones.