Fue una montaña rusa para los dos equipos y al final empatados. Resultado justo, y ni me alarma ni me preocupa porque hemos visto como Japón ha empatado con Croacia, y a lo mejor hay detrás de esos resultados alguna explicación de la inadecuada preparación de ambas selecciones europeas por las circunstancias, y porque en el primer partido pasan estas cosas.

La historia nos enseña que muchos equipos campeones no empiezan bien. Nosotros estuvimos nueve minutos iniciales espesos en el ataque posicional, y luego con seis goles de renta entramos en la misma dinámica en el último cuarto. Pero fueron detalles, las paradas de Rangel a Figueras que podrían haber sido gol, o el rebote que atrapa Rogerio para el 28-29. Ahora bien, me quedó con las otras cosas, con los cambios defensivos que fuimos capaces de hacer y tanto nos aportaron.