Empate y gracias en un debut irregular de España en Egipto
Pobre inicio, remontada y mal final ante Brasil, que consigue su primer punto en un encuentro oficial ante la Selección
Parecía que les iba a costar, luego que iban a ganar, después perecían perdidos y acabaron con un empate, y gracias. Ese fue el desarrollo del partido de España en su debut ante Brasil, que con el 29-29 (16-13) consigue su primer punto oficial ante los Hispanos, que había ganado en los ocho encuentros anteriores (más de una derrota en un amistoso).
La pregunta es por qué pasó eso ante una selección que parecía estar autogestionada por los jugadores más notables, con una figura de un entrenador que mandaba sin ascendencia porque no daba la sensación de que se le siguiesen sus instrucciones (a fin de cuentas estaba allí por la cuarentena del titular) en un platel demasiado heterodoxo,
De entrada la Selección entró gélida, como si los jugadores aún estuviesen en Guadalajara agarrotados por Filomena. Porque el 6-0 no funcionaba y Brasil estaba crecida, con un Langaro reivindicativo. Más o menos se superó esta situación con el 5-1 en defensa y Álex Dujsebaev de avanzado, controlando la conexión con Morais, y dejando al rival que lanzase desde nueve metros ante un crecido Gonzalo Pérez.
Se mantuvo la dinámica en la segunda parte, otra vez con 6-0, con el ritmo pausado de Joan Cañellas que parece que su ataque va a cámara lenta, pero que es imparable. Todo iba bien, hasta que a España se le acabó la gasolina mental. Fue un freno en seco, un atacar y fallar, y recibir; y volverlo a repetir. Daba la sensación de que se necesitaba agitar a España, de darle un zurriagazo al grupo para animar el ambiente, que se había convertido en cansino y conservador. Pero esa reacción no llegó.
Todo eso lo aprovechó Brasil para creérselo, para lucirse y mostrarse al mundo ante la Campeona de Europa. Tanto fue así que recupero seis tantos de desventaja y que entró en la recta final con ventaja, aunque en inferioridad, para que lo aprovechase Raúl Entrerríos y marcase el gol del empate, el punto que les pedía Jordi Ribera a los suyos en el tiempo muerto a 20 segundos del límite. Debe ser un borrón, porque hay calidad, y también la falta de rodaje con la que ha llegado a El Cairo. Se verá el domingo ante Polonia,