Raúl García no vive los partidos del Madrid como una cita rutinaria. Su pasado colchonero le inyecta sed de victoria cuando se enfrenta a los blancos. Tanto ímpetu le alumbra que en el anterior compromiso ante el equipo de Zidane duró 13 minutos. Dos entradas sin venir a cuento le tacharon. Llevaba semanas mascando la amargura, acrecentada por la suplencia con Garitano.

Rulo lideró la revuelta bilbaína. Apadrinó la fe y la intensidad con la que todos iban a cada acción. El Athletic de Marcelino ataca y defiende en bloque. Raúl lleva cuatro goles en 38 partidos contra el Madrid y este doblete no lo olvidará jamás. Su reivindicación coincidió con la de Dani, que le dio un pase milimétrico en el primer tanto. Los 'Garcías', tan cuestionados, encarrilaban el pase. Queda el último empujón. ¡A por el Barça! Como en 2015.