Una mala semana de Zidane

El técnico francés ha tenido una de sus semanas más desafortunadas desde que es entrenador del Madrid. Arrancando con las excusas del empate en Pamplona y terminando por una dirección técnica más que discutible ante el Athletic, el entrenador de la sonrisa eterna tiene que darle una vuelta a sus últimas decisiones. Empezando por la obcecación desmedida en mantener a un inoperante Hazard en el once, pasando por cierta incapacidad en leer los cambios para mejorar al equipo y terminando por el ostracismo al que ha condenado a futbolistas como Odegaard.

Además Zizou ha dado la sensación de desperdiciar una mini-concentración de 6 días compartiendo 24 horas con sus futbolistas torciendo el morro por no poder dormir en casa en vez de centrarse en exprimir la convivencia con un grupo que en ocasiones tiende a la pereza. La Supercopa ya voló, pero lo peor es el regusto amargo de no haber dado la imagen de equipo ambicioso aspirante a dejarse la piel por ganar todos los títulos en juego.