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Valladolid

Decepción, esa es la palabra, ni siquiera enfado, tras la derrota del Real Valladolid ante el Valencia. Decepción porque tengo la sensación de que como ante el Barcelona, se deja escapar una opción ante un rival, por bueno que sea, que llegaba herido y con mil problemas tras ocho partidos sin ganar. Creo que el Valladolid le tuvo demasiado respeto y no fue capaz de transmitir presión al conjunto de Javi Gracia, sobre todo en la primera mitad donde fue dominado con claridad por los valencianos. Tras el descanso cambio el paso y los de Sergio fueron algo más atrevidos, un poco más, pero no fue suficiente. Es una ocasión perdida importante, ya que haber ganado situaba al Real Valladolid con la mitad del objetivo logrado y no fue así, así que insisto en la palabra decepción.

Tras ver muchas repeticiones, no acabo de entender que le pasó a Masip en el gol del Valencia. Masip que estaba manteniendo una línea muy regular en los últimos partidos se 'comió' el disparo centrado de Soler, algo que reconoció hasta el propio técnico en sala de prensa. No parecía tan peligroso, fuerte sí, pero centrado y a media altura. Hubo opciones más peligrosas que hubieran valido como gol, pero fue esta la que entró.

Volviendo al tema del rival, tengo la impresión de que el Real Valladolid cada vez que puede dar un salto adelante, se atasca, mientras que cuando va 'con el culo apretado' es más competitivo. No digo que ante el Valencia se relajaran, porque correr corrieron, pero me faltó ver esa necesidad reflejada en el Valencia, que estuvo demasiado cómodo.

Recurriendo al tópico futbolístico, hay que pasar página, primero afrontando el choque copero en el fin de semana y centrando todos los esfuerzos en el partido ante el Elche. Un tropiezo ante los franjiverdes sería mortal de necesidad, mientras que una victoria permitiría traspasar esa barrera de los 20 puntos. Yo creo que la tensión es buena bien interpretada y hacer de la necesidad una virtud es lo que toca.