Florentino y Sergio juegan al póker

Esta semana no hay partido del Madrid, pero no por eso deja abandonado al aficionado. Creo que fue en el libro '¡El fútbol es así!', sobre la economía del deporte (no voy a levantarme ahora a comprobarlo, como decía Umbral), donde topé con el concepto 'apropiabilidad' y con el análisis de la impotencia del fútbol para rentabilizar todo el tiempo de nuestro ocio que resuelve. Ingresa por los partidos, vía entradas para asistir en directo o por derechos de televisión, por las camisetas... Pero, ¿cómo valorar la forma en que ameniza nuestras conversaciones en almuerzos, oficinas o las paradas de autobús?

A falta de partido esta semana tenemos ese póker que están jugando en el centro de la escena Florentino y Sergio Ramos, con la opinión pública y la publicada divididas, porque hay partido. Florentino deja caer que no tiene dinero para mantener a Sergio Ramos dos temporadas más con el mismo caché, que es el mejor pagado de la plantilla y de paso desliza (o consigue que deslicen por él) que por ahí están Alaba y Pau Torres, de modo que hay plan B por si decide marcharse. Sergio Ramos desliza (o consigue que deslicen por él) que el PSG le tienta para, junto a Messi, redondear por fin el proyecto qatarí en París.

Florentino ha dilatado demasiado esto, en contraste con aquellas renovaciones tan anticipadas a jugadores de su predilección, Benzema y Bale, la segunda de las cuales habrá lamentado largamente. Pero Sergio Ramos sabe que tiene 35 años, que hay crisis y que no está lejano aquello de "en el Madrid jugaría gratis" con que zanjó su feo intento de escapada a China. Y el mayor riesgo lo corre él, porque con una mala lesión, Dios no lo quiera, quedaría al pairo, como le pasó a Víctor Valdés. En fin, que se agradece el espectáculo esta semana sin partido, pero de ambos se espera sensatez y un acuerdo digno.