Sainz sigue siendo mucho Sainz
Hace solo unos días, pasé un rato estupendo a cuenta de Carlos Sainz. Padre, que ahora hay que especificarlo... Y con algo tan simple como disfrutando de un vídeo recopilatorio de algunos de sus grandes momentos históricos en el Mundial de rallys. Fue, además de divertido, un ejercicio enriquecedor para tener muy claro quién es el piloto que ahora busca un nuevo triunfo en el Dakar. A los 58 años y con la misma ilusión de siempre, con ese talento que le permitía hacer diabluras en los tramos mundialistas y que le permite ser ahora una de las referencias indiscutibles de las pruebas desérticas. Viene todo esto a cuento por su exhibición en la primera etapa en Arabia Saudí, de la forma en la que, con Lucas Cruz sentado a su derecha, ha logrado darle la vuelta a una situación que apenas 24 horas antes pintaba complicada.
Ganador de la jornada y, por tanto, líder de la clasificación provisional. Saliendo el 28 y tragando polvo durante cientos de kilómetros. No tengo ni idea de si ganará este Dakar, claro está, pero su reacción ante una adversidad tan prematura refrenda lo que ya se suponía: no sólo sigue siendo Sainz, es un Sainz en plena madurez deportiva, con experiencia acumulada para regalar, una forma física estupenda para afrontar pruebas de este estilo y la misma ambición que le convirtió en su día en el mejor piloto español de automovilismo. Hoy, los aficionados de todo el mundo lo proclaman igualmente en la historia de los rallys. Sea cuál sea el desenlace de este nuevo desafío, su manera de afrontarlo resulta, incuestionablemente, digna de todo elogios. Si la fortuna respeta al Mini y sus ocupantes, vamos a disfrutar mucho las próximas dos semanas…