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DAKAR | COCHES | ETAPA 1

Quién dijo miedo: Sainz, líder

El madrileño se sobrepone a su retrasada posición de salida con la victoria de etapa por delante de Peterhansel y con Al Attiyah a 12 minutos.

Arabia Saudí
Carlos Sainz con el Mini en Arabia.
Marcelo MaragniEFE

En el Dakar, hasta un trámite puede ser peligroso. Y los 11 kilómetros de prólogo que sirvieron para establecer el orden de salida de la primera etapa, lo eran. Un mínimo contratiempo puede suponer un gran problema, y eso es lo que le pasó a Sainz cuando pinchó la rueda trasera derecha al poco de empezar la especial. Un percance que le hizo perder 36 segundos con Al Attiyah y, lo peor, salir 28º a la jornada inaugural del rally. Verse en esa situación, detrás de tanto coche y tragando tanto polvo, intimidaría a cualquiera, pero no al madrileño.

Lo normal hubiese sido perder minutos, bastantes, pero Sainz no es normal. Es alguien capaz de sobreponerse a una situación muy delicada de la mejor forma posible, ¿cómo? ¡Ganando la etapa! Ni en los mejores pronósticos se podría prever algo así, pero a los 58 años Carlos sorprende como en sus mejores tiempos y, como bien ha enseñado a su hijo, manda un mensaje de esos que asustan a aquellos que se relajaron viendo cómo se metía ayer en problemas. Sobre todo a Al Attiyah, que abrió pista y el domingo se dejó doce minutos y medio con Carlos. El mundo al revés.

Sainz y Lucas Cruz no tardaron en dar grandes sensaciones con el Mini porque en el primer punto de control perdían solo un minuto después de haberse quitado a varios coches de encima. La cosa iría mejor en cada tramo: 2º en el segundo y líder en el tercero. Ahí ya mostraban sus intenciones e inician la lucha por la victoria de etapa con el otro Mini, el de Peterhansel. En el Km 222 de los 277 de especial, torcíamos el gesto al ver que perdía casi cuatro minutos, pero hizo magia en el 'sprint' final y no solo los recuperó, sino que dejó al francés a 25 segundos de distancia.

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Prokop, Serradori y Seaidan completaron las cinco primeras posiciones libres de Toyota y de los pilotos que tomaron la salida antes (Przygonski fue el mejor de ellos saliendo cuarto y acabando 9º). Fuera de esos puestos, también se puede destacar, y así lo hizo Nani Roma al meterse en el Top 10 como octavo, a 9:39 de Sainz, en la primera batalla real a la que se presenta con el BRX Hunter. Y sí así no ven el mérito, quizá lo hagan al compararlo con el rendimiento del otro coche de Prodrive, el del nueve veces campeón del mundo de rallys: Loeb perdió 24 minutos.

Un mundo entre el catalán y el galo que debería establecer prioridad en el equipo si es que no la había ya antes. De Villiers, con Álex Haro, fue el mejor de los Hilux oficiales al quedar justo por delante de Nani. Más atrás hay que bajar para encontrar a dos españoles en la clasificación: Esteve 31º a 37 minutos y Plaza 49º a más de una hora. Así, no les fue mal a los principales representantes nacionales de la categoría, sobre todo al vigente campeón, que ganó y, claro, abrirá pista en la segunda etapa. Un caramelo envenenado sí, pero de momento, misión cumplida y a lo grande. Quién dijo miedo.