Mutatis mutandis
Es un latinismo para aplicar ya no sólo al deporte sino a la vida. Mutatis mutandis viene a decir algo así como “cambiando lo que se debía cambiar” o “hacer los cambios necesarios”. Este 2020 nos ‘obsequia’ con esta lección de vida, eso sí, con una mascarilla de serie incorporada a nuestra rutina diaria. Es un año que nos deja testimonios como el de Ontiveros, que se rompía ante las cámaras lamentando el delicado estado de salud de su abuela, o el de Wanchope Ábila, que también nos dejó de piedra: “La pandemia se llevó a mi hermano. Se quitó la vida, tenía depresión. Y quiero decirle a la gente que pida ayuda”. También es el año en el que cuando se paró la vida como la conocíamos antes, por el mes de marzo, algunos futbolistas nos venían a recordar por redes sociales que algunos viven en un universo paralelo.
Es un año que recordaremos en nuestro reloj cronológico vital, en el que hasta la fecha sólo nos guiábamos por Mundiales y Eurocopas. Un año y unas Navidades para valorar lo esencialmente importante. “El futuro ha llegado sin avisar. No es verdad que las cosas vayan tan mal. Al menos estás vivo”, nos avisan desde hace años los Niños Mutantes. Ese canto a la esperanza, por ejemplo, lo mantienen DEPORTISTAS como Rubén Nova, el futbolista del Andratx (Tercera División mallorquina) que el 10 de julio tuvo un accidente de moto que le ha dejado en silla de ruedas. Nos ha venido a demostrar con su ejemplo de vida que, pese a las complicadas circunstancias, tenemos la capacidad de decidir y luchar. Ése es el cambio que nos propone este 2020 para cómo vivimos el deporte y la vida.