El baloncesto no para por Navidad. Ya es tradición. Atrás, en la lejanía, queda aquella época en la que el Real Madrid creó un prestigioso torneo para acercar la canasta a los aficionados en estos días tan señalados. Ya no es necesario, porque la propia competición ocupa las Fiestas. Ayer mismo se jugaron partidos de la NBA, la Euroliga y la Liga Endesa, por citar los tres campeonatos más relevantes. Un tiro triple. El basket no sólo mantiene sus ligas en las Navidades, sino que, en muchos casos, hace de ellas una de las fechas más célebres de la temporada. En Estados Unidos, que para eso inventaron este deporte, lo saben desde hace tiempo. Por eso la NBA ha hecho del 25 de diciembre su jornada más fuerte, igual que Acción de Gracias lo es para la NFL. La elección de los partidos apunta alto: los Lakers contra los Mavs de Doncic, los Celtics frente a los Nets de Irving y Durant, los Nuggets de Campazzo ante los Clippers… En pleno debate sobre el atípico calendario de este curso, que barajó seriamente su arranque en enero, las Navidades tuvieron mucho peso en la decisión final.

En España, la ACB ha inventado algo parecido para el día 27, con 12 horas de baloncesto en las que se disputarán nueve partidos, con la guinda del Clásico. Ese domingo será la fecha estelar de una campaña más ambiciosa, ACB Navidad, que ofrece 36 encuentros durante 17 días, salpicados por otras acciones con el mismo hilo conductor: un árbol de 6,5 metros en Valencia, la emisión por Youtube del Bilbao-Unicaja, un Supermanager contra Mirotic, llamadas especiales a los fans, una inocentada… Una fórmula para abrazar a distancia a los aficionados, en un año de emociones, de unos sentimientos que tanto afloran en las Fiestas. Esos aficionados que no pueden pisar aún sus pabellones, salvo que saquen una entrada para un concierto de Raphael. Ironías de la pandemia.